FREELAND, Cynthia, But is it art? An introduction to art theory, Oxford, New York, Oxford University Press, 2002, 231 pp., 17,2 x 12 cm., ISBN 0-19-285367-8

 

Esta obra de Freeland, profesora de filosofía en Houston, trata de abarcar diversas teorías del arte: ritual, formalista, mimética, expresivista, cognitiva, postmoderna. Comienza por examinar obras contemporáneas que hacen uso de fluidos corporales, animales muertos y otra serie de cosas que chocan a los espectadores por el horror que producen, entroncándolas con obras anteriores de la historia del arte y estableciendo así una especie de narrativa histórica que las vincula en una cierta secuencia. El ejemplo que domina es la obra de Serrano Piss Christ, que Freeland trata de entroncar con Goya. La autora hace un repaso por cinco períodos históricos para ver las diferentes teorías del arte que han prevalecido en los mismos, con la intención de acercarse, inspirada en John Dewey –uno de los soportes fundamentales del libro–, a la posibilidad de traspasar barreras culturales por medio del arte, profundizando en las interacciones culturales y su impacto en la producción artística. Analiza también la parte institucional del arte (museos, mercado, etc.) y la relevancia del género y la sexualidad en el arte, con ejemplos bien ilustrativos al respecto. También se detiene en el estudio de las cuestiones del significado y la interpretación del arte en el marco de las teorías cognitivista y expresivista, es decir, por qué el arte adquiere valor y si de hecho las obras de arte tienen un significado Finalmente, basándose en Benjamin, McLuhan y Baudrillard investiga el impacto de las nuevas tecnologías en el arte, para concluir su libro otorgando a la filosofía del arte una función explicativa y organizativa de fenómenos emergentes, en lugar de una función normativa. Al final, Freeland proporciona unas sugerencias para una lectura ulterior. Se trata de una obra asequible, construida a base de un discurso lineal ilustrado con una gran cantidad de ejemplos que justifican las afirmaciones que hace la autora. Además, las notas, muy sucintas, están al final del libro, lo que agiliza mucho su lectura. En ella están presentes, con claridad, todos los elementos que conmueven al espectador y al crítico y que le hacen preguntarse si esto, en verdad, es arte. Sin dar respuestas definitivas, Freeland proporciona materiales para hacer un síntesis propia y seguir adentrándose en el camino de qué es el arte.

 

Sixto J. Castro