FREELAND, Cynthia, Pero ¿esto es arte? Una introducción a la teoría del arte, traducción de María Cóndor, Cuadernos de Arte Cátedra, Madrid, Cátedra, 2003, 243 pp., 17,8 x 13 cm., ISBN 84-376-2046-5.

 

No hace mucho reseñábamos en esta misma sección la edición original inglesa de esta obra, publicada por Oxford University Press en 2002 y que, sorprendentemente, aparece por obra y gracia de Cátedra sólo un año después en castellano. Y eso hay que agradecérselo a la editorial, porque es una obra que ha alcanzado un enorme eco. Me consta que ha sido traducida ya a diversas lenguas, entre las que, además de las principales europeas, se cuenta el coreano y el chino, lo que da cuenta la resonancia inmediata que ha tenido esta obra y la oportunidad que Cátedra ha tenido al verterla al castellano. Como comentábamos al reseñar la obra original, la obra de Cynthia Freeland, profesora de filosofía en Houston, examina obras contemporáneas de arte que provocan la sorpresa e incluso el rechazo, y trata de entroncarlas con otras obras precedentes en la historia del arte. Uno de los elementos de referencia del libro es John Dewey, un autor muy reivindicado en la estética norteamericana, por su capacidad de aunar la corriente analítica imperante allí con algunas ideas de la estética europea, con lo que puede dar lugar a un encuentro muy fructífero entre ambas tradiciones. Partiendo de Dewey, Freeland repasa cinco períodos de la historia para analizar las teorías que han prevalecido en cada uno de ellos, analizando las interacciones culturales y su peso en la producción artística. Analiza también la parte institucional del arte (museos, mercado, etc.) y la relevancia del género y la sexualidad en el arte, con ejemplos bien ilustrativos al respecto. También se detiene en el estudio de las cuestiones del significado y la interpretación del arte en el marco de las teorías cognitivista y expresivista, es decir, por qué el arte adquiere valor y si de hecho las obras de arte tienen un significado Finalmente, basándose en Benjamin, McLuhan y Baudrillard investiga el impacto de las nuevas tecnologías en el arte, para concluir su libro otorgando a la filosofía del arte una función explicativa y organizativa de fenómenos emergentes, en lugar de una función normativa. Al final, Freeland proporciona sugerencias para una lectura ulterior. Sin dar respuestas definitivas, Freeland nos provee de materiales para hacer una síntesis propia y seguir adentrándonos en la pregunta de qué es el arte. Hay que alabar tanto la calidad de la edición de Cátedra, que incluye las laminas en color y blanco y negro presentes en la edición original, así como la impactante portada de la misma, como la impecable traducción de María Condor (aunque se le ha colado un "leifmotivs" en lugar de "Leitmotivs", p. 64).

Sixto J. Castro