FUBINI, Enrico, Música y estética en la época medieval, edición y traducción de los textos latinos de Cecilia Criado, Pamplona, Eunsa, 2008318 pp., ISBN 978-84-313-2526-8.

 

El nombre de Enrico Fubini es conocido para todos los que se dedican a la historia y estética de la música, de manera que la propuesta de una antología de textos que dé cuenta de la consideración de la música en ese larguísimo y bien fructífero período que es el medievo, además de interesante, es una propuesta fiable viniendo de este autor, quien se ve enfrentado a la cuestión de qué se entiende por estética en el medievo. Claramente no se trata de las consideraciones que hoy caen bajo ese nombre en los departamentos de humanidades, sino de cosas que más bien hoy se estudiarían en metafísica, psicología, mitología, estudios religiosos, política, pedagogía... Mas lo que está claro es que, independientemente del punto de vista desde el que se tratasen, hay cuestiones que hoy, desde nuestra perspectiva no dudaríamos en considerar estéticas. Pero eso influye también en la dificultad de entresacar textos y de identificar autores, mas no cabe duda de que la selección de Fubini puede dar buena cuenta de la historia de la filosofía de la música en el medievo. En la base de todos estos textos están dos columnas que trasladan el pensamiento pitagórico-platónico al mundo cristiano: San Agustín y Boecio, cuya huella es enorme en un mundo en el que la música mundana, la música de las esferas, es el correlato de la música humana y la música instrumental, en el que el microcosmos y el macrocosmos se correspondían hasta que la cosa dejó de ser armónica.

El libro está dividido en varias partes, por siglos. Se ve en el desarrollo del mismo cómo la alusión constante a las Escrituras se va reduciendo y cada vez se va entremezclando más con la alusión a autoridades. En ese decurso se repiten ciertas ideas de manera no cuestionada y se van reproduciendo ejemplos de los antiguos, pero aplicados a situaciones nuevas, con referencias constantes a los efectos psicagógicos de la música, a la diversión de diversos tipos, a la descalificación de los músicos prácticos y a la valuación de los teóricos, asunto que sólo se modifica bien entrado ya el Renacimiento. Se repiten genealogías, etimologías que, sean o no verdaderas, son sugerentes. La traducción de Cecilia Criado es de alabar, ya que facilita la lectura de textos de confusa escritura.

 

Sixto J. Castro