MUÑOZ GARCÍA, Juan José, Cine y misterio humano, Madrid, Rialp, 2003, 287 pp., 20 x 13,5 cm., ISBN 84-321-3438-4.

 

El cine es el principal antropólogo de nuestros días, sostiene el autor, y cada película es un tratado de antropología implícita, en la que se desarrolla el ser narrativo del ser humano. El objetivo general de Muñoz es rastrear la antropología filosófica que se puede vislumbrar en las películas. Tras un capítulo introductorio aborda, en "Humanidades, cine y felicidad" el valor antropológico de la literatura, partiendo del film El club de los poetas muertos, que le sirve para examinar el tema de la libertad. En "¿podemos saber qué es el ser humano? trata sobre el reduccionismo científico y muestra el problema de la dignidad humana tal como es planteado en Despertares y el carácter de misterio de la persona y su interioridad en El indomable Will Hunting, además de los peligros de la manipulación genética en Parque Jurásico, y se sirve de otros ejemplos cinematográficos para defender lo irreductible del ser humano, su carácter de persona. En el capítulo "¿Con qué sueña un robot? trata sobre si una máquina puede pensar, basándose en Inteligencia artificial y Blade Runner, pero niega esa posibilidad, basándose en Zubiri, para salvar la singularidad humana. El siguiente capítulo "¿Es posible la verdad?" se inspira en Matrix, remitiéndose, como es habitual, a la caverna platónica y defiende la posibilidad de la Verdad, que iustra también con JFK: caso abierto. En "Hablemos de instintos" examina las tendencias humanas y subraya el salto cualitativo que hay entre el hombre y el resto de animales, el vértigo del poder en Ciudadano Kane y en Frankenstein, Eva al desnudo, y Atrapado en el tiempo; el vértigo del placer, en Hamlet y Esencia de mujer, Tesis, Beautiful Girls, Reality bites. A este respecto, he de decir que sospecho que el concepto de "erotismo" que maneja Muñoz es bastante reductor, a pesar de que acude a Platón, pero en Platón el eros es una auténtica vía de ascenso a lo otro, de trascendencia.

El autor desarrolla la idea del éxtasis como salida hacia la plenitud, opuesto al vértigo desintegrador, en La lista de Schindler, ¡Qué bello es vivir!, En el nombre del padre, Canción de cuna, La guerra de las galaxias, El sudor de los ruiseñores, La edad de la inocencia, Los Miserables, Acción civil; así como el juego como actitud creativa en The Game y La vida es bella. En "Cómo orientarse en el laberinto de los sentimientos" estudia la afectividad y su valor cognoscitivo, visibles en Sentido y sensibilidad y Lo que queda del día. En el capítulo "La corporalidad" estudia la cuestión de la intimidad y lo corporal en El Show de Truman y Edtv, al igual que el carácter dialógico de la persona y la importancia del encuentro en Cyrano de Bergerac. El capítulo titulado "¿En qué se basan los derechos humanos?" estudia los diversos modos de libertad en Náufrago, Solas, y la deshumanización en La linterna roja, así como la trascendencia del amor y del arte hacia un Otro. El último capítulo, "El sentido del dolor", explora la adversidad en La vida es bella, El aceite de la vida, La delgada línea roja, Camino al paraíso, Agnes Browne, El club de la buena estrella, Smoke, pero sobre todo en la magnífica Tierras de penumbra y en La habitación de Marvin. Todos los capítulos del libro presentan las tesis del autor, que defiende con vehemencia y ejemplifica en obras fílmicas. Quizá se pueda disentir de algunas aproximaciones, pero no hay duda de que se trata de una obra interesante. Un pequeño error: Weltanschaaung" (sic) en lugar de Weltanschauung (p. 107).

 

Sixto J. Castro