Kant es el punto de referencia de toda la reflexión estética sobre la naturaleza, al menos desde que la estética se constituye en disciplina autónoma. Budd presenta en este libro cuatro ensayos que exploran la cuestión desde diversas perspectivas. El primero se centra en cómo entender esta apreciación estética, tanto desde la naturaleza misma, para lo cual examina en detalle qué queremos decir con naturaleza (distinta del arte o artefacto, aun cuando ésta haya sido afectada por la acción humana, de la que se debe abstraer), como desde el sujeto (¿en qué consiste la respuesta estética?) y la importancia relativa del conocimiento en esta apreciación. El segundo capítulo, el más largo, está enteramente dedicado a Kant, cuya teoría considera la mirada más profunda en la apreciación estética de la naturaleza que cualquier teoría haya proporcionado, aunque en su detallado análisis también hay lugar para el examen de las lagunas y las oscuridades del filósofo de Königsberg. Examina con detalle su idea de la belleza natural, su relación con la moralidad y lo sublime (matemático y dinámico) en la naturaleza. Lo interesante de su análisis es que no es meramente expositivo, sino que descubre los puntos fuertes y los débiles de la posición kantiana, sus afirmaciones y sus silencios, extrayendo consecuencias de ellos. El tercero se centra en lo distintivo de la estética de la naturaleza, como distinto de la estética artística, es decir, niega que la apreciación estética de la naturaleza haya de hacerse como si ésta fuese arte y examina varias teorías al respecto, proponiendo su propias tesis. El último examina críticamente y discute la literatura contemporánea que ha seguido a la publicación del artículo de Ronald Hepburn en torno a los años 60, y que ha dado nuevo vigor a esta temática, después del parón postkantiano por obra de la estética hegeliana, examinando, entre otras cosas, cinco modelos presentes en la literatura contemporánea acerca de qué y cómo apreciar la naturaleza estéticamente, a la vez que se decanta por su adecuación o inadecuación, siguiendo a Allen Carlson en algunos aspectos y distanciándose del mismo en otros, de la mano de Robert Stecker, Noël Carroll o Stan Godlovitch, cuyas tesis también expone a la par que critica. En síntesis, para Budd, la respuesta a la cuestión de qué hay que apreciar estéticamente en la naturaleza y cómo hay que hacerlo es que hay que apreciar "todo lo disponible en la naturaleza para la apreciación estética (como naturaleza), de cualquier modo o modos que sea posible apreciarla estéticamente (como naturaleza)" (p. 147), es decir, con libertad. Y este es el tema recurrente de todos los ensayos: el modo correcto de experimentar estéticamente la naturaleza es "como siendo naturaleza" y no otra cosa.

Se trata de una exposición magistral de esta cuestión que vuelve a estar en el punto de mira de la reflexión estética contemporánea.