TORRES, Louis & KAMHI, Michelle M., What Art is. The Esthetic Theory of Ayn Rand, Chicago and La Salle, Open Court, 2000, 523 pp., 22,8 x 15 cm., ISBN 0-8126-9373-6.

 

¿Qué motiva esta obra? "La locura del contemporáneo mundo del arte –su degradación de la naturaleza del arte tanto en la teoría como en la práctica–. Y hemos sido movidos –sostienen los autores– por un sentido de profunda injusticia frente a la elevación crítica y pública de obras sin significado al estatuto de arte, mientras que artistas genuinos (...) se trasladan a otras carreras, se esfuerzan, desconocidos, sin que su trabajo sea reconocido, excepto por unos pocos coleccionistas privados" (p. xiii). Con ese prenotando ya se puede uno imaginar que esta obra va a crear controversia. Ha sido así. Tras esta obra late la dificultad y extrañeza de muchas obras de arte contemporáneas que necesitan ser justificadas por literatura crítica y especializada, que difícilmente rechaza algo como arte, frente al sentido común del individuo corriente, que es el que defienden los autores. Ilustran su posición con las bromas que los dibujantes de humor gráfico hacen a costa del arte contemporáneo y las preguntas del tipo "¿pero es arte esto?" planteadas por los periodistas, a la búsqueda de una definición objetiva de arte, de una fundamentación teórica apropiada, de la que, en opinión de los autores, carecen los críticos, lo que les hace caer en la arbitrariedad. Para los autores, la filósofa y novelista Ayn Rand (1905-1982) propone una teoría estética (identificando estética con filosofía del arte) objetiva que analiza cómo funcionan las obras de arte, enraizada en los requisitos de la psicología y fisiología humanas. Para ella, toda obra de arte es una "recreación selectiva de realidad según los juicios de valor metafísicos de un artista", que tiene una función cognoscitiva, además de expresiva de sentimientos o emociones y de objetivación. Esa obra de arte consta de un sujeto (el qué), un estilo (el cómo) de la visión del hombre y de la existencia que tiene el artista. Presentando la propuesta estética de Rand en la primera parte, los autores tratan de ponerla en relación con otros pensadores (especialmente la teoría institucional del arte de Dickie, capítulo 6 de esta parte), todo ello completado con un minucioso análisis del pensamiento de esta autora respecto a las diversas artes y de la base científica de la teoría de Rand (en donde se subrayan las implicaciones patológicas del arte de vanguardia).

En la segunda parte se aplican los principios de Rand al análisis de determinadas manifestaciones artísticas. Comienzan por analizar "el mito del arte abstracto", que es fuertemente criticado, a la par que se revisa su justificación teórica por Meyer Schapiro y Clement Greenberg, y los autores se centran en aspectos que Rand sólo trató brevemente, como la naturaleza de la fotografía (a la que Rand niega el carácter de arte), la arquitectura, el arte decorativo y la artesanía (que Rand distingue claramente del arte), la música y la danza de vanguardia (inválidos como forma de expresión artística), las artes literarias y el cine, así como el postmodernismo en las artes visuales., Finalmente, se analizan las implicaciones públicas de la crítica de Rand, en el ámbito de las subvenciones, la educación y la ley. El libro finaliza con varios apéndices, uno dedicado a las nuevas formas de arte, otros a los clichés del mundo del arte y al uso del término "artes" en el New York Times, las notas y un índice analítico. Una vez leído el libro, la propuesta parece excesivamente reductora, porque deja fuera del mundo del arte gran parte de lo que consideramos arte. Pero no deja de ser un reto. No basta con negar valor al libro, pues lo tiene, y mucho, además de una carga irónica, desde mi punto de vista, enorme. Bien documentado, conservador en sus tendencias, no puede dejar de ser objeto de atención por parte de los estudiosos. A veces obliga a echarse las manos a la cabeza, pero da que pensar.

 

Sixto J. Castro