XIRAU, Ramón y SOBREVILLA, David (eds.), Estética, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía 25, Madrid, Trotta-CSIC, 2003, 458 pp. 23 x 14,4 cm., ISBN 84-8164-613-X.

 

El volumen 25 de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía se dedica a la estética, concretamente a la estética occidental. En efecto, el título estética tiene intención de ser más que una filosofía del arte, permitiendo dedicar ensayos a cuestiones no estrictamente relativas al arte. El volumen está organizado en tres partes. La primera se dedica a estética general. En ella Estela Ocampo habla sobre el fenómeno estético en general, ubicando históricamente la disciplina filosófica, su desarrollo y sus antecedentes, en un artículo muy bien planteado, a pesar de que insiste en decir mymesis en lugar de mímesis. Teresa Arrieta estudia el concepto de arte en la historia, centrándose en el siglo XX, en el que encuentra cuatro tendencias básicas (tradicionalista, cientifista, sociologista y analítica). Delinea un panorama muy esclarecedor, con una especie de resumen final muy atinado, aunque se le hayan colado algunas erratas: Weist en lugar de Weitz y Berasley en lugar de Beardsley (p. 60). Pablo Orarzun, en un espléndido artículo, analiza las "categorías estéticas" (bello, sublime, pintoresco, siniestro, etc.); en su colaboración destaca, a mi entender, el análisis de la temporalidad de lo bello, realmente brillante. Gerard Vilar, en un artículo que condensa muchas ideas, habla sobre la producción estética, a través de siete categorías (inspiración, poiesis, genio, trabajo industrial, sublimación, acontecer, invención, descubrimiento), todas ellas útiles en diversos momentos y respecto a ciertos eventos. Mario Presas se encarga de la recepción estética, centrándose en Iser y Jauss, además de sondear sus precursores y el influjo de la "Estética de la Recepción", también en un artículo muy clarificador. Elena Oliveras finaliza la primera parte con el análisis de la apreciación estética, centrándose en Kant, en una aportación muy didáctica. Hasta aquí el libro es impecable.

La segunda parte se dedica a las estéticas regionales y el nivel de las aportaciones cae sensiblemente. Edgardo Albizu analiza la literatura y el teatro, pero su artículo es confuso y se convierte en una suerte de cúmulo de citas que oscurece más que aclara. En él se le escapa una "alineación" en lugar de alienación (p. 195). Ruber de Ventós analiza las artes plásticas en un artículo eminentemente personal, que quizá vaya más allá de la intención de esta enciclopedia, aunque no por ello deja de ser atractivo. F. J. León Tello analiza la música y la danza, en un largo artículo también salpicado de un exceso de nombres, aunque no falto de ideas. Ticio Escobar estudia las artes populares, centrando su reflexión en América Latina, pero me temo que el artículo redactado no responde al título de "estética de las artes populares". Finalmente, Jesús Martín-Barbero estudia los medios audiovisuales en un articulo erudito, pero que tampoco responde al título, al menos a lo que un lector ávido desearía encontrar en él.

La tercera parte, "El fenómeno estético en su interrelación con otros fenómenos", retoma, en ocasiones, el buen nivel alcanzado en la primera. Comienza con un artículo de Ramón Xirau, donde analiza la relación entre poesía y conociminto. Su colaboración es breve, original, pero se echa de menos una revisión de la aportación de la estética analítica, que ha estudiado este fenómeno con gran profundidad.Se le ha escapado también un Wolf en lugar de Wolff (p. 331). José A. Zamora estudia la relación entre estética y religión, siguiendo la línea de la teodicea, en un artículo, a mi juicio, bueno y bien planteado, al que sólo habría que achacar incluir sin más lo pulchrum entre los trascendentales (olvidándose del unum), pues la historia de la consideración trascendental de lo pulchrum es bastante más compleja de lo que él deja entrever. También hay una pequeña errata: titula la obra de Baumgarten Aestetica en lugar de Aesthetica (p. 352). Hay que destacar especialmente la aportación de Francisca Pérez Carreño, al estudiar la relación entre estética e historia del arte, donde presenta unas lúcidas y clarísimas reflexiones sobre la muerte del arte en Hegel y sobre las aportaciones heideggerianas, quizá el mejor artículo de esta tercera parte. Sergio Rojas presenta acertadamente la sociología del arte, centrándose en las aportaciones marxistas y siguiendo con Hauser, Francastel y Bourdieu. Valeriano Bozal cierra la obra con una reflexión sobre "estética y modernidad", un artículo muy bueno en el que se centra en el análisis de lo sublime.

En fin, como en toda obra en colaboración hay sus más y sus menos. Recomiendo la primera y la tercera parte como acercamiento a una enciclopedia. Definitivamente, la segunda parte está mucho menos lograda.

 

Sixto J. Castro